Un Servicio General
de Acción de Gracias
El Sacerdote inicia:
Gloria a la Santa, Consubstancial, Vivificadora e Indivisible Trinidad eternamente, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Rey Celestial, Consolador, Espíritu de verdad, que estás en todo lugar llenándolo todo, Tesoro de bienes y Dador de vida, ven a habitar en nosotros, purifícanos de toda mancha, y salva, Tú que eres bueno, nuestras almas.
Y el Lector continua:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros.[tres veces].
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Santísima Trinidad, ten piedad de nosotros. Señor, purifícanos de nuestros pecados. Maestro, perdona nuestras transgresiones. Santo, visítanos y cura nuestras dolencias, por Tu nombre.
Señor, ten piedad. [tres veces].
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amen.
Padre nuestro, que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, vénganos tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra
Sacerdote: Porque tuyo son el reino, el poder y la gloria, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
El Lector continua:
Amén.
Venid, adoremos a Dios nuestro Rey.
Venid, adoremos y prosternémonos ante Cristo, nuestro Rey y nuestro Dios.
Venid, adoremos y prosternémonos ante el mismo Cristo, nuestro Rey y nuestro Dios.
(En ocasiones de Acción de Gracias Generales el Salmo 118 es leído):
SALMO 118
Lector: ¡Dad gracias a El Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor! ¡Diga la casa de
me rodeaban, me asediaban: en el nombre de El Señor los cercené. Me rodeaban
(Si la Acción de Gracias es ofrecida por alguien que se recupero de alguna enfermedad el Salmo 30 es leído):
SALMO 30
Yo te ensalzo, Señor, porque me has levantado; no dejaste reírse de mí a
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amen.
Aleluya, Aleluya, Aleluya, Gloria a Ti oh Dios. (tres veces)
LA GRAN LETANÍA
Diácono: En paz al Señor roguemos.
Por
Por
Por esta santa Casa y por todos los que en ella entran con fe, devoción y temor de Dios al Señor roguemos.
Por nuestro Señor, su Beatitud, el Metropolitano Nombre, por nuestro Señor el reverendísimo Arzobispo Nombre, por el honorable presbiterado y diaconado en Cristo, por todo el clero y todo el pueblo, al Señor roguemos.
Por (el Presidente o título de la autoridad civil más alta) por toda autoridad civil y por las fuerzas armadas, al Señor roguemos.
(Porque les ayude y subyugue bajo sus pies a todo enemigo y adversario, al Señor roguemos.
Por esta ciudad, (o aldea, o monasterio), por toda ciudad y país y por los fieles que en ellos habitan, al Señor roguemos.
Por estaciones favorables, abundancia de los frutos de la tierra y por tiempos pacíficos, al Señor roguemos.
Por los viajeros y los navegantes, por los enfermos los afligidos, por los presos y por su salvación, al Señor roguemos.
Y que el Señor con Gracia acepte en su altar celestial esta presente Acción de Gracias de nosotros, Sus indignos siervos, y en su compasión tenga piedad de nosotros, al Señor roguemos.
Que el Señor no desprecie la acción de Gracias de nosotros, Sus infructuosos siervos, que ofrecemos con corazones humildes por las bendiciones que hemos recibido de El, mas sin embargo las acepte
Y que escuche las oraciones de nosotros indignos siervos y considere las buenas intenciones y deseos de sus fieles, y en su generosidad siempre bendiga su Iglesia, respondiendo prontamente a las oraciones de su pueblo, al Señor roguemos.
Y que libere a Su Santa Iglesia (y a su (s) Siervo (a)(S)_____________), y a cada uno de nosotros de toda tribulación, ira, peligro y necesidad, y de todos
nuestros enemigos visibles e invisibles, Bendiciendo a su pueblo con salud, larga vida, y paz, rodeándonos con su Hueste Celestial, al Señor roguemos.
Socórrenos, sálvanos, ten piedad de nosotros y guárdanos, Dios por tu gracia.
Conmemorando a la Santísima, Inmaculada, Bendita, Gloriosa Señora nuestra, Theotokos y Siempre-Virgen María, con todos los
EXCLAMACIÓN:
Porque te pertenecen toda gloria, honor y adoración, a ti, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
DIOS ES EL SEÑOR
(En el tono 4°): ¡Dios es el Señor y se nos ha revelado! ¡Bendito es el que viene en el nombre del Señor!
¡Dad gracias a El Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!
Sacerdote: Todas las naciones me rodearon, mas en el nombre del Señor las destruí.
Sacerdote: No moriré, sino que viviré; y cantaré las maravillas del Señor.
Sacerdote: La piedra que habían desechado los edificadores ha pasado la piedra angular, esto es obra del Señor y maravilla en nuestros ojos.
Tropario
Tono 4°:
Nosotros, Tus indignos siervos, Oh Señor, agradecidos por las bendiciones que Tu nos has dado, siempre alabamos, bendecimos, damos gracias a Tu bondad, clamando a ti con amor y humildad sumisión: Oh Salvador y Benefactor nuestro, Gloria a Ti.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo
Abundantemente nos concedes abundantes bendiciones, Oh Maestro, aunque somos infructuosos siervos, en todas nuestras necesidades acudimos a Ti; ¡Tu nos colmas con abundantes dones! Ahora te agradecemos con todo nuestro corazón. ¡Glorificándote, Creador y Defensor nuestro! Clamándote desde lo más profundo de nuestras
Ahora y Siempre y por los siglos de los siglos Amén.
Oh
(en ocasiones de Acción de Gracias para alguna parroquia en particular, el Tropario patronal, puede ser cantado posterior a “Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo” con el Kontaquio Patronal siguiendo a “Ahora y siempre y por los siglos de los siglos Amen” Si el servicio de Acción de Gracias es celebrado en o durante la post-celebración de una Fiesta Mayor, el Tropario de la Fiesta así como el Kontaquio deben ser cantados.).
(En ocasiones de Acción de Gracias Solemnes para la Iglesia en general, el Tropario de la Santísima Cruz debe ser cantado después de “Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo” y posterior a “Ahora y siempre y por los siglos de los siglos Amen” el Kontaquio).
Tropario
(de acuerdo a la necesidad)
Tono 1°
Oh Señor, salva a Tu pueblo y bendice a tu heredad. Concede victoria a los Cristianos Ortodoxos sobre el enemigo; y por la virtud de tu Cruz, preserva a Tu heredad.
LECTURA DEL APOSOTOL
Sacerdote: ¡Atendamos! ¡Paz a todos!
Lector: ¡Y a tu espíritu!
Sacerdote: ¡Sabiduría!
Lector: El Proquimeno es en el tono 4°: Cantare al Señor, porque El se ha comportado con amor hacia mí.
Lector: Yo he confiado en Su piedad; mi corazón se regocijara en su Salvación.
Lector: Cantare al Señor. porque El se ha comportado con amor hacia mí.
Sacerdote: ¡Sabiduría!
(Para ocasiones generales de Acción de Gracias, la lectura de la epístola es
Lector: La Lectura es tomada de la Epístola del Santo Apóstol Pablo a los Efesios.
Sacerdote: ¡Atendamos!
(Efesios 5:8-21)
Lector: HERMANOS, Porque en otro tiempo fuisteis tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor. Vivid
(
Lector: La Lectura es tomada de la Epístola del Santo Apóstol Pablo a los Romanos.
Sacerdote: ¡Atendamos!
(Romanos 13:1-8)
Sométanse todos a las autoridades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituidas. De modo que, quien se opone a la autoridad, se rebela contra el orden divino, y los rebeldes se atraerán sobre sí mismos la condenación. En efecto, los magistrados no son de temer cuando se obra el bien, sino cuando se obra el mal. ¿Quieres no temer la autoridad? Obra el bien, y obtendrás de ella elogios, pues es para ti un servidor de Dios para el bien. Pero, si obras el mal, teme: pues no en vano lleva espada: pues es un servidor de Dios para hacer justicia y castigar al que obra el mal. Por tanto, es preciso someterse, no sólo por temor al castigo, sino también en conciencia. Por eso precisamente pagáis los impuestos, porque son funcionarios de Dios, ocupados asiduamente en ese oficio. Dad a cada cual lo que se debe: a quien impuestos, impuestos; a quien tributo, tributo; a quien respeto, respeto; a quien honor, honor. Con nadie tengáis otra deuda que la
Sacerdote: Paz a ti, Lector.
Lector: Y a tu Espíritu. ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO
Sacerdote: ¡Sabiduría! ¡Atendamos! Escuchemos el Santo Evangelio. Paz a todos.
(Para ocasiones generales de Acción de Gracias, la lectura del Santo Evangelio es
Sacerdote: Lectura del Santo Evangelio según San Lucas.
Sacerdote: ¡Atendamos!
(Lucas 17:12-19)
Sacerdote: EN AQUEL TIEMPO, al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia y, levantando la voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!» Al verlos, les dijo: «Id y presentaos a los sacerdotes.» Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios. Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano. Tomó la palabra Jesús y dijo: «¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero?» Y le dijo: «Levántate y vete; tu fe te ha salvado.»
(
Sacerdote: Lectura del Santo Evangelio según
Sacerdote: ¡Atendamos!
(Mateo 22:15-22)
Entonces los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderle en alguna palabra. Y le envían sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: «Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con franqueza y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas. Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?» Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Mostradme la moneda
LETANIA DE LA FERVIENTE SPLICA
Ten piedad de nosotros, Dios, según tu gran piedad, te suplicamos que nos escuches y tengas piedad.
Nosotros, Tus infructuosos siervos, te damos gracias con temor y con temblor, Oh Señor, nuestro Salvador y Maestro, porque Tu has derramado abundantemente tus bendiciones sobre nosotros. Nos postramos en adoración ante Tu amorosa piedad y Te alabamos como nuestro Dios, fervientemente Te pedimos: Libera a tus siervos de todas calamidad, y en Tu piedad, concede todas nuestras solicitudes que son hacía la Salvación, te suplicamos que nos escuches y tengas piedad.
Tu que piadosamente has escuchado a las oraciones de Tus siervos, Oh Señor; Tu que nos has mostrado Tu tierna compasión y amor al hombre. No nos olvides en los días venideros, mas cumple todos los buenos deseos de Tu pueblo fiel. Revélanos Tu rica piedad, no hagas caso de nuestros pecados, y alcanza Gloria por Tu nombre, te suplicamos que nos escuches y tengas piedad.
Que nuestra Acción de Gracias sea
Escúchanos, Oh Dios Salvador nuestro, la esperanza de todos los confines de la tierra y de aquellos cruzando el mar, y muestra tu piedad, muestra tu piedad Oh Maestro, sobre nosotros pecadores.
Escuchanos, oh Dios Salvador nuestro, la esperanza de todos los confines de la tierra y de aquellos cruzando el mar, y muestra piedad, muestra piedad Oh Maestro sobre nosotros pecadores.
Porque tu eres Dios misericordioso que amas a los hombres, y te rendimos Gloria, a ti Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
Sacerdote: Al Señor roguemos.
(Inmediatamente el Sacerdote lee la siguiente oración en voz alta)
Sacerdote: Oh Señor Jesucristo Dios nuestro, El Dios de las piedades y bondades, cuya bondad no puede ser medida, y cuyo amor por los hombres es de una inmensurable profundidad; con temor y temblor, nos postramos ante tu majestuosidad, nosotros que somos indignos siervos. Humildemente te agradecemos por las bendiciones que has dado a Tu (s) siervo (a)(s) (ó esta parroquia________; ó Tu Iglesia; ó esta nación). Te glorificamos, Te alabamos, Te cantamos, Oh Señor y Maestro, y defensor nuestro; nos postramos ante Ti y te rogamos ilimitada piedad. Tal
(Otras oraciones apropiadas para la ocasión pueden ser usadas. Inmediatamente después de la oración el Sacerdote Exclama en voz alta.)
Sacerdote: Gloria a Ti , Oh Dios Salvador nuestro, por los siglos de los siglos.
¡Gloria sea Jesucristo Sobre todas las cosas!